Bueno se supone que me voy a la nieve, porque igual cuando el señor del autobus decida que nuestro viaje ha llegado a su fin, allá por los alpes franceses, lo único que encontramos tras poner piés en el país que inventó el videt (les maldigo por inventar esa creación solo usado por guarros que no se dignan a ducharse enteros!! Si te huele la ingle te huele el sobaco!! sigue esa ley máxima, por dios!) sea roca y piedra, cual desierto.
La verdad es que me importa más bien poco lo que encuentre una vez llegue allí. Nieve o piedra? qué dás má! si yo lo que realmente quiero es no trabajar durante un tiempo, tomarme unas vacaciones y desconectar un poco.
Lo bueno de que no encontremos nieve es que me ahorraré las herpes y las rojeces que me provocan los pijos ,los cuales presagio que este año serán insoportables! podré disfrutar en calma de las cervezas del LIDL, que correrán por doquier y que tardará menos en gastarse que el dinero en las arcas de Esperanza Aguirre. Tendremos dos días de alcoholismo y borrachera gracias a las Finks Braun en los que esperamos que nieve, así cuando nuestro abituayamiento se agote, podremos salir y combatir nuestro aburrimiento (y resaca) con horas de práctica sana y entretenida actividad deportivo-montañesca.
Caminaremos por la montaña, increparemos por el frio, nos tiraremos follardas de esas que huelen a monte y que hacen que las personas a tu alrededor se caguen en tu v¡eja repetidas veces, podremos decir el "si lo huelo se acaba" o "la peste me persigue!!" y beberemos Finks Braun, incluso jugaremos a la consola o al pictionari. Cuanta hermandad!! Ni una mujer nos turbará la mente y nuestros huevos acumularán fluidos durante 5 días a no ser que bajo el ardiente xorro de la ducha liberemos nuestra espesa furia interior.
Sin nieve igual nos aburrimos, pero no importa, peor es estar en el trabajo. Comer mal, cenar mal, cagar descompuesto, mear marrón, etc. todas esas minucias que ocurren en los viajes no importan. Y si luego nieva, pues mejor, me deslizare con mi poco armonioso estilo, el estilo del homo neanderthalensis.
Eso siempre que, lcaro está, no muramos en tragico accidente de tráfico mientras estamos medio dormidos. Tragicómico final para nuestra existencia. Me consuela saber que saldré en las noticias y que todos llorarán mi muerte como si hubiese sido un heroe de la guerra contra los cilones.
04 diciembre 2006
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